Salmos 21-42

Capítulo 21
21:1 El rey se alegra en tu poder, oh Jehová;
Y en tu salvación, ¡cómo se goza!
21:2 Le has concedido el deseo de su corazón,
Y no le negaste la petición de sus labios. Selah
21:3 Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;
Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
21:4 Vida te demandó, y se la diste;
Largura de días eternamente y para siempre.
21:5 Grande es su gloria en tu salvación;
Honra y majestad has puesto sobre él.
21:6 Porque lo has bendecido para siempre;
Lo llenaste de alegría con tu presencia.
21:7 Por cuanto el rey confía en Jehová,
Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.
21:8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos;
Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
21:9 Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira;
Jehová los deshará en su ira,
Y fuego los consumirá.
21:10 Su fruto destruirás de la tierra,
Y su descendencia de entre los hijos de los hombres.
21:11 Porque intentaron el mal contra ti;
Fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán,
21:12 Pues tú los pondrás en fuga;
En tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros.
21:13 Engrandécete, oh Jehová, en tu poder;
Cantaremos y alabaremos tu poderío.

Capítulo 22
22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
22:2 Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.
22:3 Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
22:4 En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste.
22:5 Clamaron a ti, y fueron librados;
Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
22:6 Mas yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
22:7 Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
22:8 Se encomendó a Jehová; líbrele él;
Sálvele, puesto que en él se complacía.
22:9 Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
22:10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
22:11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;
Porque no hay quien ayude.
22:12 Me han rodeado muchos toros;
Fuertes toros de Basán me han cercado.
22:13 Abrieron sobre mí su boca
Como león rapaz y rugiente.
22:14 He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
22:15 Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.
22:16 Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
22:17 Contar puedo todos mis huesos;
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
22:18 Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
22:19 Mas tú, Jehová, no te alejes;
Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
22:20 Libra de la espada mi alma,
Del poder del perro mi vida.
22:21 Sálvame de la boca del león,
Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
22:22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
En medio de la congregación te alabaré.
22:23 Los que teméis a Jehová, alabadle;
Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
22:24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,
Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó.
22:25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen.
22:26 Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan;
Vivirá vuestro corazón para siempre.
22:27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
22:28 Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones.
22:29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
22:30 La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
22:31 Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.

Capítulo 23
23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
23:3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
 
Capítulo 24
24:1 De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.
24:2 Porque él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó sobre los ríos.
24:3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
24:4 El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
24:5 El recibirá bendición de Jehová,
Y justicia del Dios de salvación.
24:6 Tal es la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah
24:7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.
24:8 ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla.
24:9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.
24:10 ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová de los ejércitos,
El es el Rey de la gloria. Selah


Capítulo 25
25:1 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
25:2 Dios mío, en ti confío;
No sea yo avergonzado,
No se alegren de mí mis enemigos.
25:3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
25:4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas.
25:5 Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
25:6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
Que son perpetuas.
25:7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;
Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,
Por tu bondad, oh Jehová.
25:8 Bueno y recto es Jehová;
Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
25:9 Encaminará a los humildes por el juicio,
Y enseñará a los mansos su carrera.
25:10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,
Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
25:11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,
Perdonarás también mi pecado, que es grande.
25:12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
El le enseñará el camino que ha de escoger.
25:13 Gozará él de bienestar,
Y su descendencia heredará la tierra.
25:14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,
Y a ellos hará conocer su pacto.
25:15 Mis ojos están siempre hacia Jehová,
Porque él sacará mis pies de la red.
25:16 Mírame, y ten misericordia de mí,
Porque estoy solo y afligido.
25:17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
Sácame de mis congojas.
25:18 Mira mi aflicción y mi trabajo,
Y perdona todos mis pecados.
25:19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,
Y con odio violento me aborrecen.
25:20 Guarda mi alma, y líbrame;
No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
25:21 Integridad y rectitud me guarden,
Porque en ti he esperado.
25:22 Redime, oh Dios, a Israel
De todas sus angustias.
 
Capítulo 26
26:1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado;
He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;
Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
26:3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos,
Y ando en tu verdad.
26:4 No me he sentado con hombres hipócritas,
Ni entré con los que andan simuladamente.
26:5 Aborrecí la reunión de los malignos,
Y con los impíos nunca me senté.
26:6 Lavaré en inocencia mis manos,
Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,
26:7 Para exclamar con voz de acción de gracias,
Y para contar todas tus maravillas.
26:8 Jehová, la habitación de tu casa he amado,
Y el lugar de la morada de tu gloria.
26:9 No arrebates con los pecadores mi alma,
Ni mi vida con hombres sanguinarios,
26:10 En cuyas manos está el mal,
Y su diestra está llena de sobornos.
26:11 Mas yo andaré en mi integridad;
Redímeme, y ten misericordia de mí.
26:12 Mi pie ha estado en rectitud;
En las congregaciones bendeciré a Jehová.


Capítulo 27
27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
27:2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
27:3 Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
27:5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
27:6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
27:7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme.
27:8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
27:9 No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo;
Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
27:10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
27:11 Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por senda de rectitud
A causa de mis enemigos.
27:12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos;
Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
27:13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes.
27:14 Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.
Capítulo 28
28:1 A ti clamaré, oh Jehová.
Roca mía, no te desentiendas de mí,
Para que no sea yo, dejándome tú,
Semejante a los que descienden al sepulcro.
28:2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.
28:3 No me arrebates juntamente con los malos,
Y con los que hacen iniquidad,
Los cuales hablan paz con sus prójimos,
Pero la maldad está en su corazón.
28:4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos;
Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.
28:5 Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,
Ni a la obra de sus manos,
El los derribará, y no los edificará.
28:6 Bendito sea Jehová,
Que oyó la voz de mis ruegos.
28:7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.
28:8 Jehová es la fortaleza de su pueblo,
Y el refugio salvador de su ungido.
28:9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;
Y pastoréales y susténtales para siempre.
Capítulo 29
29:1 Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos,
Dad a Jehová la gloria y el poder.
29:2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre;
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
29:3 Voz de Jehová sobre las aguas;
Truena el Dios de gloria,
Jehová sobre las muchas aguas.
29:4 Voz de Jehová con potencia;
Voz de Jehová con gloria.
29:5 Voz de Jehová que quebranta los cedros;
Quebrantó Jehová los cedros del Líbano.
29:6 Los hizo saltar como becerros;
Al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.
29:7 Voz de Jehová que derrama llamas de fuego;
29:8 Voz de Jehová que hace temblar el desierto;
Hace temblar Jehová el desierto de Cades.
29:9 Voz de Jehová que desgaja las encinas,
Y desnuda los bosques;
En su templo todo proclama su gloria.
29:10 Jehová preside en el diluvio,
Y se sienta Jehová como rey para siempre.
29:11 Jehová dará poder a su pueblo;
Jehová bendecirá a su pueblo con paz.


Capítulo 30
30:1 Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado,
Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.
30:2 Jehová Dios mío,
A ti clamé, y me sanaste.
30:3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol;
Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
30:4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos,
Y celebrad la memoria de su santidad.
30:5 Porque un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro,
Y a la mañana vendrá la alegría.
30:6 En mi prosperidad dije yo:
No seré jamás conmovido,
30:7 Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte.
Escondiste tu rostro, fui turbado.
30:8 A ti, oh Jehová, clamaré,
Y al Señor suplicaré.
30:9 ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura?
¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
30:10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí;
Jehová, sé tú mi ayudador.
30:11 Has cambiado mi lamento en baile;
Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
30:12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
Capítulo 31
31:1 En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás;
Líbrame en tu justicia.
31:2 Inclina a mí tu oído, líbrame pronto;
Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.
31:3 Porque tú eres mi roca y mi castillo;
Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
31:4 Sácame de la red que han escondido para mí,
Pues tú eres mi refugio.
31:5 En tu mano encomiendo mi espíritu;
Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.
31:6 Aborrezco a los que esperan en vanidades ilusorias;
Mas yo en Jehová he esperado.
31:7 Me gozaré y alegraré en tu misericordia,
Porque has visto mi aflicción;
Has conocido mi alma en las angustias.
31:8 No me entregaste en mano del enemigo;
Pusiste mis pies en lugar espacioso.
31:9 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia;
Se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo.
31:10 Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar;
Se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
31:11 De todos mis enemigos soy objeto de oprobio,
Y de mis vecinos mucho más, y el horror de mis conocidos;
Los que me ven fuera huyen de mí.
31:12 He sido olvidado de su corazón como un muerto;
He venido a ser como un vaso quebrado.
31:13 Porque oigo la calumnia de muchos;
El miedo me asalta por todas partes,
Mientras consultan juntos contra mí
E idean quitarme la vida.
31:14 Mas yo en ti confío, oh Jehová;
Digo: Tú eres mi Dios.
31:15 En tu mano están mis tiempos;
Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.
31:16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo;
Sálvame por tu misericordia.
31:17 No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado;
Sean avergonzados los impíos, estén mudos en el Seol.
31:18 Enmudezcan los labios mentirosos,
Que hablan contra el justo cosas duras
Con soberbia y menosprecio.
31:19 ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen,
Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!
31:20 En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre;
Los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.
31:21 Bendito sea Jehová,
Porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada.
31:22 Decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos;
Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba.
31:23 Amad a Jehová, todos vosotros sus santos;
A los fieles guarda Jehová,
Y paga abundantemente al que procede con soberbia.
31:24 Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová,
Y tome aliento vuestro corazón.
Capítulo 32
32:1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
32:2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
32:3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
32:4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah
32:5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
32:6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
32:7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah
32:8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
32:9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.
32:10 Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
32:11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Capítulo 33
33:1 Alegraos, oh justos, en Jehová;
En los íntegros es hermosa la alabanza.
33:2 Aclamad a Jehová con arpa;
Cantadle con salterio y decacordio.
33:3 Cantadle cántico nuevo;
Hacedlo bien, tañendo con júbilo.
33:4 Porque recta es la palabra de Jehová,
Y toda su obra es hecha con fidelidad.
33:5 El ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
33:6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
33:7 El junta como montón las aguas del mar;
El pone en depósitos los abismos.
33:8 Tema a Jehová toda la tierra;
Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
33:9 Porque él dijo, y fue hecho;
El mandó, y existió.
33:10 Jehová hace nulo el consejo de las naciones,
Y frustra las maquinaciones de los pueblos.
33:11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre;
Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
33:12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,
El pueblo que él escogió como heredad para sí.
33:13 Desde los cielos miró Jehová;
Vio a todos los hijos de los hombres;
33:14 Desde el lugar de su morada miró
Sobre todos los moradores de la tierra.
33:15 El formó el corazón de todos ellos;
Atento está a todas sus obras.
33:16 El rey no se salva por la multitud del ejército,
Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
33:17 Vano para salvarse es el caballo;
La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.
33:18 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia,
33:19 Para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre.
33:20 Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
33:21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos confiado.
33:22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti.
Capítulo 34
34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
34:2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
34:3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.
34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
34:5 Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.
34:6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
34:7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.
34:8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
34:9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
34:10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
34:11 Venid, hijos, oídme;
El temor de Jehová os enseñaré.
34:12 ¿Quién es el hombre que desea vida,
Que desea muchos días para ver el bien?
34:13 Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.
34:14 Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela.
34:15 Los ojos de Jehová están sobre los justos,
Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
34:16 La ira de Jehová contra los que hacen mal,
Para cortar de la tierra la memoria de ellos.
34:17 Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
34:18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.
34:19 Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
34:20 El guarda todos sus huesos;
Ni uno de ellos será quebrantado.
34:21 Matará al malo la maldad,
Y los que aborrecen al justo serán condenados.
34:22 Jehová redime el alma de sus siervos,
Y no serán condenados cuantos en él confían.
Capítulo 35
35:1 Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden;
Pelea contra los que me combaten.
35:2 Echa mano al escudo y al pavés,
Y levántate en mi ayuda.
35:3 Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores;
Di a mi alma: Yo soy tu salvación.
35:4 Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan.
35:5 Sean como el tamo delante del viento,
Y el ángel de Jehová los acose.
35:6 Sea su camino tenebroso y resbaladizo,
Y el ángel de Jehová los persiga.
35:7 Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;
Sin causa cavaron hoyo para mi alma.
35:8 Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa,
Y la red que él escondió lo prenda;
Con quebrantamiento caiga en ella.
35:9 Entonces mi alma se alegrará en Jehová;
Se regocijará en su salvación.
35:10 Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú,
Que libras al afligido del más fuerte que él,
Y al pobre y menesteroso del que le despoja?
35:11 Se levantan testigos malvados;
De lo que no sé me preguntan;
35:12 Me devuelven mal por bien,
Para afligir a mi alma.
35:13 Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio;
Afligí con ayuno mi alma,
Y mi oración se volvía a mi seno.
35:14 Como por mi compañero, como por mi hermano andaba;
Como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.
35:15 Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron;
Se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía;
Me despedazaban sin descanso;
35:16 Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes,
Crujieron contra mí sus dientes.
35:17 Señor, ¿hasta cuándo verás esto?
Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.
35:18 Te confesaré en grande congregación;
Te alabaré entre numeroso pueblo.
35:19 No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,
Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
35:20 Porque no hablan paz;
Y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.
35:21 Ensancharon contra mí su boca;
Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
35:22 Tú lo has visto, oh Jehová; no calles;
Señor, no te alejes de mí.
35:23 Muévete y despierta para hacerme justicia,
Dios mío y Señor mío, para defender mi causa.
35:24 Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío,
Y no se alegren de mí.
35:25 No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra!
No digan: ¡Le hemos devorado!
35:26 Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.
35:27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,
Y digan siempre: Sea exaltado Jehová,
Que ama la paz de su siervo.
35:28 Y mi lengua hablará de tu justicia
Y de tu alabanza todo el día.

Capítulo 36
 36:1 La iniquidad del impío me dice al corazón:
No hay temor de Dios delante de sus ojos.
36:2 Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos,
De que su iniquidad no será hallada y aborrecida.
36:3 Las palabras de su boca son iniquidad y fraude;
Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien.
36:4 Medita maldad sobre su cama;
Está en camino no bueno,
El mal no aborrece.
36:5 Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia,
Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
36:6 Tu justicia es como los montes de Dios,
Tus juicios, abismo grande.
Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.
36:7 ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
36:8 Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,
Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.
36:9 Porque contigo está el manantial de la vida;
En tu luz veremos la luz.
36:10 Extiende tu misericordia a los que te conocen,
Y tu justicia a los rectos de corazón.
36:11 No venga pie de soberbia contra mí,
Y mano de impíos no me mueva.
36:12 Allí cayeron los hacedores de iniquidad;
Fueron derribados, y no podrán levantarse.
Capítulo 37
37:1 No te impacientes a causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
37:2 Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.
37:3 Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
37:4 Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
37:5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
37:6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
37:8 Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
37:9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
37:10 Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.
37:11 Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.
37:12 Maquina el impío contra el justo,
Y cruje contra él sus dientes;
37:13 El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día.
37:14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso,
Para matar a los de recto proceder.
37:15 Su espada entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.
37:16 Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.
37:17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es Jehová.
37:18 Conoce Jehová los días de los perfectos,
Y la heredad de ellos será para siempre.
37:19 No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados.
37:20 Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán como el humo.
37:21 El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.
37:22 Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán destruidos.
37:23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.
37:24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.
37:25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.
37:26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su descendencia es para bendición.
37:27 Apártate del mal, y haz el bien,
Y vivirás para siempre.
37:28 Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados;
Mas la descendencia de los impíos será destruida.
37:29 Los justos heredarán la tierra,
Y vivirán para siempre sobre ella.
37:30 La boca del justo habla sabiduría,
Y su lengua habla justicia.
37:31 La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto, sus pies no resbalarán.
37:32 Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.
37:33 Jehová no lo dejará en sus manos,
Ni lo condenará cuando le juzgaren.
37:34 Espera en Jehová, y guarda su camino,
Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
37:35 Vi yo al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde.
37:36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba;
Lo busqué, y no fue hallado.
37:37 Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.
37:38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida.
37:39 Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
37:40 Jehová los ayudará y los librará;
Los libertará de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él esperaron.

Capítulo 38
38:1 Jehová, no me reprendas en tu furor,
Ni me castigues en tu ira.
38:2 Porque tus saetas cayeron sobre mí,
Y sobre mí ha descendido tu mano.
38:3 Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira;
Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
38:4 Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza;
Como carga pesada se han agravado sobre mí.
38:5 Hieden y supuran mis llagas,
A causa de mi locura.
38:6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera,
Ando enlutado todo el día.
38:7 Porque mis lomos están llenos de ardor,
Y nada hay sano en mi carne.
38:8 Estoy debilitado y molido en gran manera;
Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.
38:9 Señor, delante de ti están todos mis deseos,
Y mi suspiro no te es oculto.
38:10 Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor,
Y aun la luz de mis ojos me falta ya.
38:11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,
Y mis cercanos se han alejado.
38:12 Los que buscan mi vida arman lazos,
Y los que procuran mi mal hablan iniquidades,
Y meditan fraudes todo el día.
38:13 Mas yo, como si fuera sordo, no oigo;
Y soy como mudo que no abre la boca.
38:14 Soy, pues, como un hombre que no oye,
Y en cuya boca no hay reprensiones.
38:15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado;
Tú responderás, Jehová Dios mío.
38:16 Dije: No se alegren de mí;
Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.
38:17 Pero yo estoy a punto de caer,
Y mi dolor está delante de mí continuamente.
38:18 Por tanto, confesaré mi maldad,
Y me contristaré por mi pecado.
38:19 Porque mis enemigos están vivos y fuertes,
Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.
38:20 Los que pagan mal por bien
Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
38:21 No me desampares, oh Jehová;
Dios mío, no te alejes de mí.
38:22 Apresúrate a ayudarme,
Oh Señor, mi salvación.
Capítulo 39
39:1 Yo dije: Atenderé a mis caminos,
Para no pecar con mi lengua;
Guardaré mi boca con freno,
En tanto que el impío esté delante de mí.
39:2 Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno;
Y se agravó mi dolor.
39:3 Se enardeció mi corazón dentro de mí;
En mi meditación se encendió fuego,
Y así proferí con mi lengua:
39:4 Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuánta sea la medida de mis días;
Sepa yo cuán frágil soy.
39:5 He aquí, diste a mis días término corto,
Y mi edad es como nada delante de ti;
Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah
39:6 Ciertamente como una sombra es el hombre;
Ciertamente en vano se afana;
Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
39:7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.
39:8 Líbrame de todas mis transgresiones;
No me pongas por escarnio del insensato.
39:9 Enmudecí, no abrí mi boca,
Porque tú lo hiciste.
39:10 Quita de sobre mí tu plaga;
Estoy consumido bajo los golpes de tu mano.
39:11 Con castigos por el pecado corriges al hombre,
Y deshaces como polilla lo más estimado de él;
Ciertamente vanidad es todo hombre. Selah
39:12 Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor.
No calles ante mis lágrimas;
Porque forastero soy para ti,
Y advenedizo, como todos mis padres.
39:13 Déjame, y tomaré fuerzas,
Antes que vaya y perezca.

Capítulo 40
40:1 Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
40:2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.
40:4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
40:5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.
40:6 Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.
40:7 Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí;
40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.
40:9 He anunciado justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.
40:10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.
40:11 Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
40:12 Porque me han rodeado males sin número;
Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
40:13 Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.
40:14 Sean avergonzados y confundidos a una
Los que buscan mi vida para destruirla.
Vuelvan atrás y avergüéncense
Los que mi mal desean;
40:15 Sean asolados en pago de su afrenta
Los que me dicen: ¡Ea, ea!
40:16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Jehová sea enaltecido.
40:17 Aunque afligido yo y necesitado,
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes.
Capítulo 41
41:1 Bienaventurado el que piensa en el pobre;
En el día malo lo librará Jehová.
41:2 Jehová lo guardará, y le dará vida;
Será bienaventurado en la tierra,
Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.
41:3 Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor;
Mullirás toda su cama en su enfermedad.
41:4 Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí;
Sana mi alma, porque contra ti he pecado.
41:5 Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando:
¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?
41:6 Y si vienen a verme, hablan mentira;
Su corazón recoge para sí iniquidad,
Y al salir fuera la divulgan.
41:7 Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen;
Contra mí piensan mal, diciendo de mí:
41:8 Cosa pestilencial se ha apoderado de él;
Y el que cayó en cama no volverá a levantarse.
41:9 Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía,
Alzó contra mí el calcañar.
41:10 Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar,
Y les daré el pago.
41:11 En esto conoceré que te he agradado,
Que mi enemigo no se huelgue de mí.
41:12 En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado,
Y me has hecho estar delante de ti para siempre.
41:13 Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,
Por los siglos de los siglos.
Amén y Amén.

Capítulo 42
42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
42:2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
42:3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
42:4 Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
42:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
42:6 Dios mío, mi alma está abatida en mí;
Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,
Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
42:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
42:8 Pero de día mandará Jehová su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.
42:9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
42:10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
42:11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.

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